Tu planta podría estar muriendo ahora mismo por un exceso de agua y ni siquiera lo sabes, ya que a veces pensamos que si tiene mal aspecto debemos regarla, pero no te alarmes porque hoy te voy a enseñar si tenemos exceso de riego: 5 formas de salvar tus plantas de tanta humedad y que vuelvan a estar sanas.
Índice
1. Proporciona un buen drenaje
Identificaremos el posible problema mas común y la primera solución, esta claro que si nos pasamos regando puede ser por nuestra culpa como es obvio o también por que no pare de llover durante una larga temporada, pero por mucho que te pueda sorprender en la mayoría de casos suele ser por un mal drenaje.
Asegúrate de que tu maceta tenga agujeros abajo, también puedes tirar el típico platito que eso no ayuda para nada y también usar piedras de diferente tamaño en el fondo, para que el agua fluya. Existe la polémica de si son útiles o no, pero si pones una fina capa y diferentes tamaños el drenaje será bueno.
La diferencia entre una planta con buen drenaje y otra que no será que la primera tendrá sus hojas de color verde vivo, tallos firmes, crecimiento vigoroso. Y la que no lo tiene mostrará sus hojas amarillentas o marrones, tallos blandos y débiles, crecimiento lento o nulo, posiblemente hongos o pudrición en la base de la planta.
2. Proporciona un buen sustrato a tus plantas
Segundo truco para salvar tus plantas del exceso de riego que te doy es revisar el sustrato, si este es de mala calidad podemos cambiarlo, para esto, es tan simple como sacar la planta de la maceta, la pasamos a un cubo o capazo donde tengamos agua y liberaremos las raíces del sustrato malo para sustituirlo.
Identifica el sustrato de mala calidad
Un mal sustrato se identificara por varias razones, mal drenaje, pura fibra de coco por ejemplo, un mal olor como a estiércol, eso condena a las raíces de las plantas y en poco tiempo terminan muriendo. También una tierra dura hace que el agua se quede atrapada y sus raíces haciéndolas sufrir y no dejándolas desarrollarse.
Usa en su lugar un sustrato con perlita que quede ligero y aireado. Tus plantas te lo agradecerán ya que es crucial para la salud de las plantas, ya que proporciona los nutrientes, la humedad y el soporte adecuados, aunque tendrás que ajustarlo dependiendo del cultivo que vayas a hacer.
Receta de sustrato equilibrado
La receta básica de sustrato equilibrado será un 40% tierra para macetas de buena calidad la cual proporcionará nutrientes esenciales y estructura. Un 30% de compost que aportará materia orgánica, mejorará la fertilidad y la retención de humedad.
El 20% perlita imprescindible para mejorar el drenaje y la aireación, evitando la compactación del suelo y un 10% de fibra de coco que hará que el suelo retenga la humedad y mejorará la estructura del suelo.
Deberás ajustar las proporciones ya que algunas plantas prefieren un suelo aireado, para ellas añadiremos más cantidad de perlita, para las que quieren un suelo más húmedo aumentaremos la fibra de coco. Y para las más exigentes que necesitan más nutrientes como tomates y pimientos aumentaremos el compost.
Al mezclar el sustrato, nos aseguraremos de combinar bien todos los componentes para obtener una mezcla homogénea. Esto garantizará que las raíces de tus plantas tengan un acceso uniforme a los nutrientes, la humedad y el aire que necesitan para un crecimiento saludable.
3. Quitosan para el exceso de riego
De la mano de Satecma, os doy a conocer un producto estupendo que no os dejará indiferente y que seguro que si decidís usar os ayudará a salvar vuestras plantas del exceso de riego. Quitosan es una solución ecológica, que actúa de forma preventiva activando sus mecanismos de defensa naturales.
Al utilizarlo de forma foliar produce en la planta un fortalecimiento de las paredes celulares y un efecto de secado en la superficie de las hojas, mejorando el desarrollo vegetativo de la planta. Yo lo he aplicado durante varios años sobre todo en semilleros y os puedo garantizar que marca la diferencia, es biodegradable y conviene hacer el tratamiento de forma preventiva al atardecer.
4. Regar correctamente
Regar las plantas correctamente es esencial para su supervivencia y crecimiento. La cantidad y la frecuencia del riego dependen de varios factores, como el tipo de planta, el tamaño de la maceta, el tipo de suelo, el clima y la época del año. Aunque generalmente nos pasamos si vemos decaídas las plantas.
Lo primero que debemos hacer para evitar el exceso de riego es conocer las necesidades de nuestras plantas ya que cada especie tiene diferentes requerimientos en cuanto a cantidad de agua. Observa el suelo, la mejor manera de saber si una planta necesita agua es comprobar la humedad del suelo.
Lo ideal es regar cuando la capa superior esté seca y usar el dedómetro, a esto me refiero con introducir un dedo unos centímetros en la tierra o un palito para comprobar la humedad antes de echarle más agua, si está seca, es hora de regar. Si nos pasamos favoreceremos la proliferación de hongos.
Es mejor regar abundantemente pero con menos frecuencia que hacerlo superficialmente todos los días. Esto permite que las raíces crezcan profundamente, lo que hace que la planta sea más resistente a la sequía. Con el dedo notaremos la humedad, con el palito el suelo está seco si sale limpio.
El mejor momento para regar es por la mañana o al final de la tarde. Esto permite que el agua penetre en el suelo antes de que se evapore con el calor del día. Evita regar al mediodía, cuando el sol está más fuerte y debo aclarar que siempre es mejor quedarse un poco corto que pasarse con el riego constante.
Utiliza el método de riego adecuado, puedes regar con una regadera, una manguera o por inmersión. Asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje para que el exceso de agua pueda escurrirse ya que las raíces si permanecen constantemente en agua se terminarán pudriendo porque no respiran.
Ajustaremos el riego según la época del año porque generalmente las plantas necesitan menos agua en invierno, cuando están en reposo, que en primavera y verano, cuando están en pleno crecimiento. Prestaremos atención a las señales que veamos, hojas caídas o amarillentas son indicadores de exceso de agua.
5. Mejora la luz y ventilación
Proporciona un lugar bien iluminado y con buena ventilación para que el exceso de agua se evapore rápido, ten en cuenta el tipo de planta siempre ya que no todas quieren plena exposición solar, pero si no les da el sol ni el viento es normal que la humedad no termine de irse en ningún momento.
Es un gran error que no tengan luz y ventilación, observaremos que a las plantas se les pondrán las hojas pálidas, se caerán cuando las tocamos, estarán mustias, crecerán poco o nada, si las trasplantamos y sus raíces huelen mal es un síntoma inequívoco de que tienen exceso de riego y eso es una muerte asegurada.
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